Autora: Salla Simukka
Trilogía: Me llamo Lumikki #2
Sinopsis:
Han pasado más de tres meses desde los sucesos de Rojo como la sangre. Casi todos consideran que Lumikki Andersson está muerta. Ella, aún con las secuelas del tiro recibido, ha huido a Praga, donde actúa como una joven mochilera más, en mitad de una increíble ola de calor (lo que resulta irónico, cuando Lumikki viene de una Finlandia atrapada en la peor ola de frío en muchos años). Un día, en un café, una chica se le presenta y le dice de buenas a primeras que es su hermanastra. Lumikki es escéptica, pero sabe que en su familia hay muchos secretos, por lo que decide oírla. Poco a poco se harán buenas amigas, y poco a poco la amiga irá introduciendo a Lumikki en un mundo realmente peligroso: el de las sectas, al cual Lumikki se ve arrastrada. Hasta que un día descubre un terrible secreto: los líderes de su secta pretenden organizar un suicidio colectivo de todos los miembros. Y lo que es más: alguien en la sombra planea obtener grandes beneficios de la masacre
Reseña:
Rojo como la sangre me dejó un buen sabor de boca, dinero, muertes, mafia, etc. Por lo que empecé feliz su continuación, libro el cual, no tiene nada que ver con el primero.
Tras uno o dos días de descanso siente que la están persiguiendo, continuamente nota los ojos de un extraño en su nuca y no sabe quién es, hasta que por fin se ponen las cartas sobre la mesa. Es Zelenka. ¿Y quién es Zelenka os preguntaréis?, pues tal y como dice la sinopsis, su hermana. Una chica que nació extramatrimonialmente y de la cual Lumikki no tenía ni idea de su existencia.
Poco a poco vamos viendo como la trama se va desarrollando, Lumikki comienza a interesarse por Zelenka, algo en ella está mál, en las personas que la acogieron, en su entorno, algo no encaja en Praga.
Además, mientras la trama se desarrolla, Lumikki nos cuenta mucho más sobre su vida, se abre un poco más al lector y eso me ha encantado, la autora no nos da muchos datos sobre su protagonista, así que cuando lo hace, te deja con ganas de más, mucho más.
En cuanto a lo negativo, creo que ha sido lo mismo que en el primer libro. En Rojo como la sangre, me debatí entre darle una puntuación de 3'5 o 4, puesto que no conocía ningún libro de Salla Simukka y no sabía si era normal en ella dejarte con esa sensación de que faltaba algo en el libro para luego dejarte impactada en su continuación. Y eso no ha pasado. Blanco como la nieve, a parte de ser una secuela, te deja con ganas de más, es decir, es una trama muy buena, con personajes muy,muy,muy bien formados, interesantes, misteriosos y más o menos de la edad de los lectores de esta trilogía, pero no... Falta más acción, falta más sangre, falta más romance, ¡falta chispa! Es como escribir con el piloto automático. ¡Es novela negra y no hay nada negro!
Eso sí, la forma de escribir de esta mujer, es magnífica.
En resumen: un libro muy fácil de leer, ágil y un poco obvio, pero entretenido al fin y al cabo.
Mi puntuación es:
3'5/5
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