¡Buenos días radioactivos! Llevo dos semanas desaparecida, pero ha valido la pena. He pasado 10 días viajando a Madrid y a Portugal y ha sido increíble. Como hace unos meses decidí que quería seguir manteniendo el blog pero que no me llenaba ya hablar solo de libros, aquí os traigo la pequeña aventura que fue estar sin wifi en Portugal hahahaha.

Madrid fue increíble, tuve que hacer todo lo que hace la gente normal en un mes durante tres días y medio: me reencontré con mis amigos, nos emborrachamos, salimos de fiesta, tuve una cita (o sea, no se si es real aún esto, pero yo que soy antiamor fui por la calle de la mano, terrible. Menos mal que ya he vuelto a casa y mi yo antiamor se ha vuelto a apoderar de mi) y visitar mil cosas lo más rápido que pudimos. A todas estas, como no bebí agua, ni comí ni dormí durante tres días, cuando llegué a Lisboa, me puse mala con fiebre y empecé a delirar, así que con todo el dolor de mi corazón perdí un día de viaje entre duchas de agua fría.



En definitiva, creo que se me han quitado varios prejuicios, viajar es maravilloso, volver a encontrarte con tus amigos es mejor aún y conocer a gente nueva, que sabes que están recorriéndose el mundo y que has dejado una o varias anécdotas que contarán a la vuelta en sus hogares, me hace sonreír.